República Dominicana destaca la urgencia de dar apoyo internacional a Haití
El canciller dominicano advierte que la violencia ha fragmentado la sociedad haitiana y da cuenta de una situación desesperada en la que las bandas criminales ganan poder sin que la policía nacional sea capaz de detenerlas. Haití vive un conflicto de baja intensidad que devasta a una población que se siente abandonada a su suerte, apunta.
El ministro de Asuntos Exteriores de la República Dominicana alertó este miércoles del poder que han ganado las bandas criminales en Haití -el país con el que su nación comparte la isla caribeña Española-, responsables de crímenes atroces que podrían ser de lesa humanidad.
En su participación en el debate de la Asamblea General de la ONU, Roberto Álvarez Gil denunció la gravedad del caos que impera en Haití y señaló que, si bien es responsabilidad de las autoridades de ese país controlar a esos grupos y poner fin a sus abusos, no tienen la capacidad de hacerlo.
“Debemos quitarnos la venda y admitir que la policía haitiana, por sí sola, no va a desarrollar la capacidad para garantizar el orden y someter a las pandillas”, puntualizó el canciller.
Situación desesperada
Álvarez Gil refirió con alarma la situación desesperada que vive el pueblo haitiano, sosteniendo que es aún peor que la catástrofe resultada del terremoto del 2010, que devastó a Puerto Príncipe y dejó unos 220.000 muertos, incluyendo 102 funcionarios de la ONU.
En aquella ocasión, abundó, los haitianos se unieron para asistir a sus vecinos y el mundo acudió a ayudar al país. Hoy, en cambio, el escenario es más dramático, acotó.
“Ante la inhabilidad de las autoridades de establecer el orden y garantizar la seguridad ciudadana, la resiliente población haitiana se siente abandonada a su propia suerte”, con un miedo que la paraliza explicó.
El ministro dominicano calificó la actual coyuntura haitiana como un conflicto de baja intensidad en el que la violencia ha creado una profunda fragmentación social.
Espera con desesperanza
Mientras tanto, abundó, los haitianos “esperan con desesperanza la tardada ayuda de la comunidad internacional”.
En este contexto, Álvarez Gil aseguró que Haití no puede esperar más.
“¡Debemos actuar con responsabilidad y ahora”, conminó y agregó que si bien la única solución duradera a la crisis haitiana debe emanar de los haitianos, es imperativa la colaboración internacional para lograr la estabilidad tanto en Haití como en los países vecinos y en la región.